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domingo, 5 de diciembre de 2010

Hotel Melia Bali (3)

El Melia Bali estaba en una zona que comparte playa y paseo al lado de la playa con otros tres hoteles: The Laguna, Westin y Nusa Dua Beach. Siguiendo por la costa había más hoteles pero parecían inferiores a estos cuatro. De los cuatro el único que no tenia Wi-fi gratis (costaba 6 euros/hora o 10 euros/dia) era el Melia Bali. Estuvimos en los cuatro y todos nos parecieron mejores al Melia Bali. En contreto The Laguna fue el que más nos gustó.
En el Meliá Bali casi  nadie habla inglés, español, francés o cualquier idioma que no sea indonesio  o balines por lo que cuando necesitas algo que requiere de tu interlocutor algo  más de un si/no puedes acabar hablando con tres o cuatro personas antes de resolver el problema.
Por último mencionar que dentro del hotel la comida no es especialmente barata, precios españoles tirando al alza.
Pensando en la estancia desde la objetividad que te da el paso del tiempo creo que el comportamiento del Melia Bali es absolutamente vergonzoso, más propio de un hotel tercermundista que de un hotel de la cadena Meliá. Nos ofrecieron una tarjeta de fidelización en la que acumular puntos; no nos molestamos ni en tirarla. Con la pulcritud que tenían seguro que seguirá en la mesilla de la habitación donde la dejamos.
Es una pena que el único hotel al que tenemos claro que no volveremos sea el gestionado por una cadena española.

martes, 30 de noviembre de 2010

Hotel Melia Bali (2)

Como pack de bienvenida teníamos una pera, una manzana, una mandarina  y otras dos frutas tropicales de las que no conozco el nombre. Nos  comimos alguna pieza y dejamos en un plato  la piel. Al día siguiente vaciaron el plato, y ojo digo vaciaron, no limpiaron, y nos dejaron los cubiertos y servilleta que habíamos usado la noche anterior (que estaban sucios, obviamente) por si queríamos comer alguna fruta de las que nos quedaban.
La pera no llegamos a comerla en los días que estuvimos, no obstante no la retiraron. El  día que nos fuimos ya empezaba a estar podrida y tenía moho.
El  dia anterior a irnos nos pasaron una copia de las cuentas de nuestra estancia, estaba todo correcto, no obstante cuando vamos a hacer el checkout había añadido un dólar en concepto, según ellos, de caridad (no se si para ellos o para quien), el caso es que cuando intenté que nos lo quitasen de la cuenta (la caridad es algo que das tu cuando, como y a quien quieres, no cuando te obligan) pusieron problemas y me pidieron que la dejase estar. Por 1$ tampoco vas a hablar con el director del hotel, pero el gesto me pareció muy en la línea de todo el comportamiento desde que llegamos que se puede resumir en exprimir al turista.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Hotel Melia Bali (1)

Nada más llegar (medianoche , hora local) pusieron problemas para hospedarnos porque no teníamos el  voucher pese a que la habitación ya estaba reservada a nuestro nombre y pagada desde hacía dos semanas para toda la estancia.
Una vez en la habitación pudimos comprobar  que esta necesita una pequeña reforma para  actualizarla (el hotel se hizo en los años70). La bañera tenía el esmalte levantado en una zona, habían dejado pelos largos en ella del anterior huésped y tenía un antideslizante de plástico que estaba sucio. El WC no tenia (ni el nuestro ni el de otro par de habitaciones con cuyos huéspedes entablamos relación) el precinto sanitario que se suele encontrar en hoteles de esta categoría y el grifo de la cisterna perdía agua. Así que al final estábamos en un hotel de cuatro estrellas en el que había que usar (por si acaso) zapatillas de baño para darse una ducha. La cama, no se que tipo de somier tenia pero era incomoda y, una vez tumbado,  en cuanto te movías hacia ruido.
Los botecitos de champú y gel de  baño no te los ponían nuevos, cuando los acababas sencillamente te rellenaban los que ya tenias.
Las habitaciones las solían  hacer más bien tarde. Nos íbamos normalmente a eso de las siete de la mañana y en alguna ocasión, pasadas las dos de la tarde  la habitación estaba exactamente igual que hace cinco horas.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Todavia mas Bali

La población es eminentemente rural y, al contrario que el resto de indonesia, la mayoría practica el hinduismo. Todas las casas tienen pequeños templos con sus dioses, a los que hacen ofrendas de comida varias veces al día, para pedirle cosas o como agradecimiento de las que han recibido. El vehículo de motor oficial es el scooter, existen miles por todos lados, circulando sin orden ni concierto por las carreteras y habitualmente ocupados por un par de adultos y algún niño (hemos llegado a ver hasta cinco personas en un único scooter). Se supone que la edad mínima para conducirlo son los 17 años pero en la práctica los lleva cualquiera que le alcance al suelo.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Mas Bali

Con la agencia de viajes habíamos contratado  una visita a la isla durante todo el día. Nos acompaño un guía local y el conductor del vehículo. No existe transporte público y las carreteras  son malas, sin ningún tipo de control de tráfico, por lo que el guía con vehículo es prácticamente la única opción para visitar la isla. La visita estuvo bien, no es que Bali destaque por nada realmente llamativo, no hay grandes construcciones arquitectónicas, por no haber no hay casi ni carreteras, pero tiene un par de templos, un par de volcanes, lagos y un parque natural. Aunque la información turística diga  que es la tierra de los mil templos es falso (esa es Japón, Kyoto  por ejemplo)  en Bali llaman templo a una simple  escultura de un dios.  Si nos olvidamos del clima y la vegetación tropical en España hay  zonas muchísimo más hermosas. Además en Bali  todo  esto está aliñado con la molestia constante de los vendedores locales intentando venderte un montón de objetos a precios equivalentes, o superiores, a los de España.
Las playas tampoco son especialmente llamativas, el clima es bueno, el agua está caliente, pero en algunas la arena tiene muchos trozos de conchas por lo que es incomodo pisar descalzo. En Nusa Dua, zona muy famosa  para el turismo, la zona de baño de la playa tiene rocas y vegetación en el fondo y  si la marea no está alta no  te cubre ni por la cintura.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Bali

Nada más llegar al aeropuerto tuvimos que hacernos un visado para entrar en el país. La persona que nos atendió era muy amable, no parecía especialmente preocupada por revisar nuestro pasaporte, si teníamos vuelo de salida del país o nada por el estilo, lo que si parecía importante era que pagásemos los 25 US $ por persona del visado.
Después de esto nos dirigimos al control de pasaporte que tenía un rigor similar. Había varios mostradores para atender a los turistas del vuelo pero parece ser que el “estilo” balines es que solo un mostrador funciona y en este un policía hace las labores propias de control de pasaporte y los otros se dedican a ligar con las turistas. Muy serio y formal todo
Una vez pasado el control de pasaportes nos dirigimos a la zona de recogida de equipajes. Antes de llegar, un par de balineses, que aun hoy dudo que fuesen personal aeroportuario, tenían nuestras maletas. Es increíble semejante falta de seguridad, que el acceso a la recogida de equipajes sea tan fácil en un país que castiga la posesión de drogas con la pena de muerte. Tras llevarnos las maletas a aduanas (5 metros más allá de la cinta de equipajes) nos pidieron 20 euros de propina, esto ocurrió a escaso medio metro de la policía de control de pasaporte y aduana. Supongo que luego se tomarán algo juntos.
Y así finalizó nuestra entrada en Bali, no llevábamos ni media hora en el país y ya nos había querido robar 20 euros en el propio aeropuerto y delante de la policía